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Sebastián entró a la habitación en penumbras y se dirigió directamente a la ventana, para levantar las persianas y permitir la luz del sol iluminara el recito.
Martín, que estaba recostado en la cama, abrió lentamente los ojos al sentir la luz sobre su rostro. Acto seguido hizo una mueca de molestia y se tapó la cara con las manos, quejándose con su primo.
—Te va a hacer bien —le dijo sentándose a su lado sobre el colchón.
La respuesta del argentino fue un pequeño pero audible gruñido.
—No seas exagerado, ya no tenes fiebre —le rebatió apoyando sus manos sobre la frente del otro, para corroborar su teoría.
—Pensé que iba a morirme del dolor boludo...
—Si fueras una persona normal sí, cabía la posibilidad de que hubieras muerto —concedió.
Sebastián generalmente se hubiera burlado sobremanera del drama que hacia su primo cada vez que enfermaba, pero no era el caso. — ¿Tenías que ir y tocarlo, no? —Lo cual no significaba que no encontrara otras maneras de molestarlo un poco—. ¿Nunca te enseñaron que los colores vivos en la naturaleza significan peligro? —preguntó poniendo bastante énfasis en la última palabra.
Sintiéndose avergonzado de su poco criterio, Martín se tapó el rostro con las sábanas.
— ¿Qué iba a saber yo que un bicho así -tan lindo y tan chiquito- iba a ser tan peligroso? Aunque es tu casa, debería habérmelo imaginado —y se destapó la cara. —Con razón la llaman Punta del Diablo.
—Oye, no te burles del nombre de una de mis playas.
—...
Quedaron unos minutos en silencio, escuchando los ruidos provenientes del exterior. A esas horas de la mañana el trino de los pájaros inundaba el jardín del uruguayo. Martín permanecía con los ojos cerrados y Sebastián lo observó unos instantes, aliviado por verlo mejor. Diez días en cama eran preocupantes para cualquiera; la primera vez que lo tocaron a él no había estado más de dos días haciendo reposo.
Suspiró y pensó que al menos su primo debería aprender algo nuevo con toda aquella situación.
—El molusco que tocaste... — Entonces el argentino abrió sus ojos y volteo a verlo. —En realidad no es tan peligroso por sí solo. Se alimenta de organismos altamente venenosos, que luego usa para su defensa propia...
Mientras Sebastián le seguía contando sobre las costumbres de aquel animalito azul plateado de tan solo cuatro centímetros, y sobre todo cuando mencionó que entre sus presas estaba la Carabela Portuguesa (¿de verdad existía un animal llamado así?), no pudo evitar hacer una pequeña -pero no por ello menos interesante- comparación con su primo uruguayo; sobre todo de épocas anteriores. Épocas pasadas en las que quería tenerlo cerca pero lejos a la vez porque él, como pocos, conocía sus costumbres originarias...
—... ¿Seguimos hablando del molusco? — ironizó en medio de sus pensamientos.
Sebastián se rió de aquel comentario. Le palmeó el hombro y, levantándose, le dijo que iría a calentar agua para el mate, lo cual hizo olvidar completamente a Martín de su estado y se incorporó también para acompañarlo. Aunque tambaleó al querer poner los pies sobre el suelo y su primo tuvo que ayudarlo a llegar a la cocina.
—Es la última vez que me acerco a algo que no conozco —dijo en el camino, aunque ambos sabían que era una gran mentira.
-Fin-
Martín, que estaba recostado en la cama, abrió lentamente los ojos al sentir la luz sobre su rostro. Acto seguido hizo una mueca de molestia y se tapó la cara con las manos, quejándose con su primo.
—Te va a hacer bien —le dijo sentándose a su lado sobre el colchón.
La respuesta del argentino fue un pequeño pero audible gruñido.
—No seas exagerado, ya no tenes fiebre —le rebatió apoyando sus manos sobre la frente del otro, para corroborar su teoría.
—Pensé que iba a morirme del dolor boludo...
—Si fueras una persona normal sí, cabía la posibilidad de que hubieras muerto —concedió.
Sebastián generalmente se hubiera burlado sobremanera del drama que hacia su primo cada vez que enfermaba, pero no era el caso. — ¿Tenías que ir y tocarlo, no? —Lo cual no significaba que no encontrara otras maneras de molestarlo un poco—. ¿Nunca te enseñaron que los colores vivos en la naturaleza significan peligro? —preguntó poniendo bastante énfasis en la última palabra.
Sintiéndose avergonzado de su poco criterio, Martín se tapó el rostro con las sábanas.
— ¿Qué iba a saber yo que un bicho así -tan lindo y tan chiquito- iba a ser tan peligroso? Aunque es tu casa, debería habérmelo imaginado —y se destapó la cara. —Con razón la llaman Punta del Diablo.
—Oye, no te burles del nombre de una de mis playas.
—...
Quedaron unos minutos en silencio, escuchando los ruidos provenientes del exterior. A esas horas de la mañana el trino de los pájaros inundaba el jardín del uruguayo. Martín permanecía con los ojos cerrados y Sebastián lo observó unos instantes, aliviado por verlo mejor. Diez días en cama eran preocupantes para cualquiera; la primera vez que lo tocaron a él no había estado más de dos días haciendo reposo.
Suspiró y pensó que al menos su primo debería aprender algo nuevo con toda aquella situación.
—El molusco que tocaste... — Entonces el argentino abrió sus ojos y volteo a verlo. —En realidad no es tan peligroso por sí solo. Se alimenta de organismos altamente venenosos, que luego usa para su defensa propia...
Mientras Sebastián le seguía contando sobre las costumbres de aquel animalito azul plateado de tan solo cuatro centímetros, y sobre todo cuando mencionó que entre sus presas estaba la Carabela Portuguesa (¿de verdad existía un animal llamado así?), no pudo evitar hacer una pequeña -pero no por ello menos interesante- comparación con su primo uruguayo; sobre todo de épocas anteriores. Épocas pasadas en las que quería tenerlo cerca pero lejos a la vez porque él, como pocos, conocía sus costumbres originarias...
—... ¿Seguimos hablando del molusco? — ironizó en medio de sus pensamientos.
Sebastián se rió de aquel comentario. Le palmeó el hombro y, levantándose, le dijo que iría a calentar agua para el mate, lo cual hizo olvidar completamente a Martín de su estado y se incorporó también para acompañarlo. Aunque tambaleó al querer poner los pies sobre el suelo y su primo tuvo que ayudarlo a llegar a la cocina.
—Es la última vez que me acerco a algo que no conozco —dijo en el camino, aunque ambos sabían que era una gran mentira.
-Fin-
Literature
Edades de los Personajes Frecuentes
En edad legal (18 años y más)
Martín Hernández (Argentina): 19 años
Luciano Da Silva (Brasil): 19 años
Manuel González (Chile): 18 años
Catalina Gómez (Colombia): 18 años
Vicente de las Casas (Cuba): 20 años
Francisco Burgos(Ecuador): 18 años
Efraín de la Vega (Guatemala): 20 años
René Ogé (Haití): 20 años
Alexander Marley(Jamaica): 20 años
Pedro Sánchez (México Norte): 18 años
Itzel Sánchez (México Sur): 18 años
Ana Herrera (Nicaragua): 19 años
Daniel de Irala (Paraguay): 18 años
Migue
Literature
Un cuento de Hadas
Chile: ah, que rico esta el dia pa salir, cierto?
Argentina: *pegado viendo televisión* aja claro
*timbre*
Chile: ya voy! *abre*
Peru: hola Manu Diego
Argentina: *sigue viendo tele* aja claro
Peru: oigan, que tal si jugamos football!?
Chile: football? Ya po dale!; y que deci bo Diego?
Argentina: *deja de ver tele* DALE!!
Chile: ya!, José espera un rato, vamos a ponernos la zapatillas y volvimos *cierra la puerta*
Peru: *en el jardín jugando solo* y Perú se acerca a la portería, chutea y GOOOOOOL!!!!! *por el movimiento de "patear al aire" José se cae* AUCH!!! Auch!!! ....creo
creo que me last
Literature
La Rabieta de Manuel (ArgxChi)
Un problema, a veces, hasta antipático… bueno era normal en Manuel, cuando andaba de malas (eso, la mayoría de las veces que Martin lo visitaba de sorpresa)… Caminaba de allá para acá, tratando de relajarse un poco. Cerraba los ojos tratando de no fijarse en nada. Mientras tanto Martin lo observaba desde el pasillo, apoyado en la pared. No podía decir ni una palabra… algo más y el chileno quizás explotaría.
El rubio solo suspiraba pesadamente, esperando a que a Manuel se le pasara la rabieta… todo por haberle rompido media docena de loza (por accidente, seg&u
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Título: Punta del Diablo (no se me ocurrió otro título .__.)
Fandom: #Latin-Hetalia
Personaje: Argentina (Martín), Uruguay (Sebastián) - ~Rowein
Clasificación: General
+++++++++++++++++
El otro día, navegando por internet, me encontré con unas imágenes del ‘Glaucus atlanticus’, un molusco que realmente parece un bicho sacado de una película de ciencia ficción. Cuando lo vi por primera vez me pareció adorable (además de que tiene unos colores azules preciosos), hasta que me enteré que es un moluscos MUY venenosos. Como mencioné en el fic, esto se debe a que se alimenta de moluscos más peligrosos que él (entre ellos la Carabela portuguesa) y usa su veneno para propio beneficio.Al enterarme de esto, se imaginaran porque hice la comparación...
Después encontré un video de estos bichos en Punta del Diablo (una de las playas de Uruguay) y no pude evitar hacer esta escena, por más ridícula que fuera. Personalmente me imagino que en seres como ellos, los efectos de ser picados por animales venenosos son fiebres altas, pero nada mortal.
-Información: [link]
-Video: [link]
Fandom: #Latin-Hetalia
Personaje: Argentina (Martín), Uruguay (Sebastián) - ~Rowein
Clasificación: General
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El otro día, navegando por internet, me encontré con unas imágenes del ‘Glaucus atlanticus’, un molusco que realmente parece un bicho sacado de una película de ciencia ficción. Cuando lo vi por primera vez me pareció adorable (además de que tiene unos colores azules preciosos), hasta que me enteré que es un moluscos MUY venenosos. Como mencioné en el fic, esto se debe a que se alimenta de moluscos más peligrosos que él (entre ellos la Carabela portuguesa) y usa su veneno para propio beneficio.
Después encontré un video de estos bichos en Punta del Diablo (una de las playas de Uruguay) y no pude evitar hacer esta escena, por más ridícula que fuera. Personalmente me imagino que en seres como ellos, los efectos de ser picados por animales venenosos son fiebres altas, pero nada mortal.
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Comments22
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Yo fui el primero en leerlo! *competitivo* apenas lo subiste solo que no pude comentar!
Jajaja se competía contra los demás lectores jajaja. Haru como siempre una muy buena narrativa,
caracterización de personaje y sobre todo esa linda relación que tienen estos dos. Me gustó
mucho, es cortito y lindo. Esos bichos son... son hermoso! como no ir derecho a tocarlos?
te pasa jajajaja y me mató como se nota que Sebastian conoce a Martin jajajaja
Te felicito nenaa~
Jajaja se competía contra los demás lectores jajaja. Haru como siempre una muy buena narrativa,
caracterización de personaje y sobre todo esa linda relación que tienen estos dos. Me gustó
mucho, es cortito y lindo. Esos bichos son... son hermoso! como no ir derecho a tocarlos?
te pasa jajajaja y me mató como se nota que Sebastian conoce a Martin jajajaja
Te felicito nenaa~